Son loros de tamaño mediano, con una longitud promedio de unos 33 cm. Tienen un plumaje predominantemente verde, con la parte inferior del cuerpo y las mejillas de color amarillo brillante. Presentan un parche rojo en la frente y algunas plumas rojas en las alas y la cola. Su pico es corto y fuerte, adaptado para alimentarse de una variedad de alimentos. La mandíbula superior está coloreada con puntos grises negruzcos en los adultos y la mandíbula inferior lo está en los ejemplares jóvenes, llegando a gris negruzco al segundo año de vida. Además, estos loros poseen ojos grandes con un anillo ocular blanco, lo que les proporciona una visión excelente para detectar alimentos y depredadores. Sus patas son fuertes y están adaptadas para trepar y agarrar ramas con facilidad.
Los Aratingas de Corona Azul también tienen una notable capacidad vocal, utilizando una amplia gama de sonidos y llamadas para comunicarse entre sí, lo que es especialmente importante para mantener la cohesión del grupo en la naturaleza. Sus alas son largas y puntiagudas, lo que les permite realizar vuelos rápidos y ágiles a través de su hábitat forestal.
Su plumaje verde actúa como un excelente camuflaje entre el follaje, protegiéndolos de posibles depredadores. La coloración vibrante de sus parches rojos y amarillos no solo es un distintivo de la especie, sino que también puede jugar un papel en el cortejo y la comunicación visual entre los individuos. Estos loros también tienen un comportamiento social altamente desarrollado, formando bandadas ruidosas y activas que pueden incluir decenas de individuos.
La estructura de su pico no solo les permite romper semillas duras y frutos secos, sino que también es una herramienta esencial para manipular objetos y construir nidos. La habilidad de trepar y manipular objetos con sus patas y pico es indicativa de su inteligencia y adaptabilidad en la búsqueda de alimentos y refugio. Además, los Aratingas de Corona Azul tienen un ciclo de muda anual, en el que reemplazan gradualmente sus plumas para mantener su plumaje en condiciones óptimas.
Las Aratingas de cabeza azul son aves sociables y muy activas. Suelen vivir en parejas o en pequeños grupos familiares y son conocidos por ser ruidosos y vocalizadores, especialmente durante la mañana y la tarde. Les gusta jugar y trepar, y son bastante curiosas por naturaleza. Su dieta se compone principalmente de frutas, semillas, nueces, flores y brotes. También pueden alimentarse de insectos y sus larvas, especialmente durante la temporada de cría. En cautiverio, se les puede proporcionar una dieta variada que incluya verduras frescas y pellets formulados para loros, asegurando que reciban todos los nutrientes necesarios.
El hábitat natural de la cotorra de cabeza azul, Psittacara acuticaudatus, abarca una variedad de entornos en América del Sur. Estas aves se pueden encontrar en bosques tropicales y subtropicales, tanto húmedos como secos, donde pueden encontrar una variedad de árboles y vegetación densa para anidar y buscar alimento. También habitan en sabanas y zonas de matorral, donde se alimentan de semillas, frutas y otros recursos disponibles. En algunas regiones, se encuentran en áreas cercanas a cursos de agua, como ríos, arroyos y humedales, y también pueden adaptarse a entornos urbanizados y periurbanos, como parques, jardines y áreas suburbanas, donde encuentran alimento y refugio en árboles y edificaciones. Además, su adaptabilidad a diferentes hábitats les permite prosperar en una variedad de entornos, desde zonas costeras hasta áreas montañosas.
La mandíbula superior está coloreada con puntos grises negruzcos en los adultos y la mandíbula inferior lo está en los ejemplares jóvenes, llegando a gris negruzco al segundo año de vida. Forman parejas monógamas y anidan en cavidades de árboles o en grietas de rocas. La hembra pone generalmente entre 3 y 5 huevos, que son incubados por ambos padres durante aproximadamente 23 a 25 días. Estos loros son conocidos por su inteligencia y capacidad para aprender trucos y palabras en cautiverio. Además, debido a su naturaleza curiosa, a menudo exploran su entorno y manipulan objetos con sus picos y patas. En la cultura popular, las Aratingas de cabeza azul son apreciadas por su belleza y comportamiento vivaz, siendo populares como mascotas en muchos hogares.