Su caparazón es abombado, de un color que varía entre el amarillo y el verde oliva. Las placas que forman el caparazón tienen los bordes negros, y su zona central presenta unas manchas del mismo color. Su plastrón (parte de abajo del caparazón) es amarillo con manchas negras, mucho más distinguibles en los ejemplares jóvenes.

Podemos diferenciar machos de hembras según sus características físicas (dimorfismo sexual). Los machos son de menor tamaño (hasta 15cm) y tienen la cola larga y robusta, en cambio las hembras llegan hasta los 18 cm y su cola es corta. Además, el plastrón de las hembras es plano, mientras que el de los machos es cóncavo para facilitar el apareamiento.

Después de la hibernación empieza la época de reproducción, momento en el que los machos irán tras las hembras para conseguir aparearse. Unos días antes de la puesta de huevos, la hembra mostrará un comportamiento dominante, y elegirá una zona para enterrar los huevos. Tras 2-3 meses de incubación bajo tierra, las crías saldrán al exterior. El sexo de las crías lo habrá determinado la temperatura durante la incubación.

Vive en ambientes secos, muy soleados y con vegetación abierta (arbustos y matorrales), por lo que se considera una especie termófila con preferencia por hábitats semiáridos.

Pueden habitar en zonas ubicadas desde el nivel del mar hasta los 800 m de altitud, con temperaturas entre 1.5ºC y 33.2ºC, y precipitaciones entre 233 mm y 640 mm anuales. Aunque las zonas de baja precipitación limitarían sus recursos alimenticios, y las de elevada  interferirían con sus necesidades termorreguladoras.

Su alimentación es principalmente herbívora aunque complementa su dieta con insectos y carroña.

Según indican las muestras paleontológicas y genéticas hasta el momento, las poblaciones españolas de tortuga mora probablemente fueron introducidas desde el norte de África. Algunas evidencias de ello son que no se han encontrado fósiles de la época en ningún yacimiento español, y que además, hay estudios genéticos que revelan que las poblaciones del norte de Marruecos son idénticas a las poblaciones peninsulares.