Mundomar rehabilita al Titi de Geoffroy “Chewe” que perdió la movilidad tras una caída.
Tanto las cuidadoras del parque como los profesionales del Hospital Universitario CEU de Valencia fueron piezas clave en la recuperación.
Chewe es un Titi de Geoffroy de doce años que convive en armonía con su grupo social conformado también por Yoshi y Astérix en Mundomar. Como expusimos en una entrada previa de este blog, su especie se encuentra en peligro de extinción a consecuencia de la rápida deforestación de la selva amazónica.
Es tímido, pero de un tiempo a esta parte ha estrechado lazos, aún más si cabe, con sus cuidadoras Ana y Carla. Y es que Chewe, el pasado año sufrió una lesión medular a consecuencia de una caída. A día de hoy, se desconoce qué pudo suceder. No obstante, tan pronto como el equipo de Mundomar advirtió lo sucedido, actuó de inmediato.
Tras una valoración inicial por parte de los veterinarios del parque, el diagnóstico no resultaba alentador: Chewe no tenía movilidad ni en las patas traseras ni en la cola. Sufría una fractura vertebral sin desplazamiento, con pérdida de sensibilidad y movilidad en el tercio posterior.
Fue trasladado de inmediato al Hospital Universitario CEU de Valencia para ser examinado por un especialista en neurología. Allí, se le realizaron varias pruebas; entre ellas, un TAC y un estudio neurológico que confirmaron el diagnóstico. Pese al pronóstico reservado, el personal de Mundomar lo tuvo claro: había que ponerse manos a la obra sin demora para lograr la pronta recuperación de Chewe.
El pequeño primate fue acomodado en una pequeña y controlada instalación, la cual resultaba tan confortable como segura para evitar que se agravara la lesión y dedicarle todos los cuidados necesarios. Pero la timidez de Chewe dificultaba el acercamiento con sus cuidadoras, así que se inició un proceso de desensibilización del animal para permitir la interacción con este. Poco a poco, se logró el objetivo por completo.
Un mes después, se repitieron todas las pruebas médicas para comprobar si existía alguna mejoría. De nuevo, radiografías y visita al neurólogo, que certificó que había recuperado algo de movilidad y que la respuesta del animal a estímulos sencillos también era ligeramente superior. Así pues, estos hechos resultaron tan alentadores que el pronóstico inicial empezó a cambiar y comenzó el plan de rehabilitación. Para alcanzar el éxito en esta nueva etapa, el equipo de Mundomar, con sus cuidadoras Ana y Carla a la cabeza, se pusieron “manos a la obra” para disponer todo lo necesario. El paso prioritario era habilitar un entorno amplio y cómodo para alojar a Chewe y contribuir a una mejor movilidad. Paralelamente, la desensibilización continuaba, ya que daba comienzo un nuevo nivel de manipulación del animal que debía garantizar el acceso pleno a este. A este respecto, la comida fue clave. Chewe es un Titi con mucho apetito. Así pues, sus cuidadoras se valieron de saludables snacks para premiar cada avance de este pequeñín.
Rehabilitación del Titi de Geoffroy, “Chewe”:
Los ejercicios que se llevaron a cabo resultaron sencillos en primera instancia.
-Movilidad de articulaciones.
-Masajes.
-Sensibilización con ciertos objetos como plumas o un cepillo de dientes.
Con todo ello se trataba de conseguir:
-Recuperar la movilidad (los músculos de Chewe estaban atrofiados y rígidos. También se le había acortado la musculatura)
-Mantener el rango articular.
-Mejorar las sensaciones eferentes y la sensibilidad en general.
-Recuperar fuerza y resistencia muscular.
-Reeducar la marcha.
-Mejorar el equilibrio.
-Recobrar la propiocepción, es decir, la capacidad cerebral de conocer la posición exacta de las distintas partes del cuerpo del animal en cada momento.
El tipo de ejercicios que se llevaron a cabo para alcanzar la meta pasaron por:
-Emplear un cepillo de dientes para pasarlo por las extremidades del pequeño primate con el objetivo de enviar estímulos a la médula espinal y el cerebro, favoreciendo la llegada de información sensorial.
-Masajes. Estos lograban relajar a Chewe, mejorar su circulación sanguínea y calentar los músculos.
-Movimientos de flexión y extensión en ciclos en las articulaciones.
-Estiramientos para preservar la memoria muscular y minimizar las secuelas de la lesión.
-Electroestimulación para ganar tono muscular de manera pasiva.
Un auténtico ejemplo de recuperación.
La constancia fue la clave de este proceso, que contó con dedicación plena por parte de todo el equipo humano de Mundomar, pero sobre todo de sus cuidadoras y el personal veterinario. Gracias a este cariño, Chewe se sentía más motivado por días hasta el punto de culminar el proceso en tan solo seis meses. A día de hoy, este Titi de Geoffroy se encuentra feliz en su instalación, junto a Yoshi y Astérix, totalmente recuperado. Su caso ha sido muy aclamado por los expertos. Tal es así, que el equipo de Mundomar presentó el pasado mes de marzo, en la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios AIZA, el programa de rehabilitación que desarrolló Chewe para recuperarse. El proyecto fue muy puesto en valor por las voces expertas en el ámbito de la zoología, considerándolo un caso de éxito.
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